
Uno de los retos de la nueva temporada será saber llevar ese peso de la presión en Europa. La pasada Champions era la de la sorpresa, la del corderito con piel de lobo... Esta vez nadie se va a sorprender y todo el mundo considera a Itxako uno de los cocos de Europa. No dudo de que Ambros es capaz de gestionar esa situación, pero hay que recordar que la igualdad en Champions es total. Ser finalista es grande, pero olvidar que en el partido de Estella contra Oltchim el equipo estuvo con un pie fuera de la competición sería un error de los aficionados.
Digo esto porque espero que las cosas van a ir tan bien como la pasada campaña, pero que tampoco hay rasgarse las vestiduras cuando veamos que se sufre mucho para ganar partidos y que en Champions se van a dar resultados muy apretados, donde la moneda puede caer de cualquiera de las dos caras. La exigencia es buena, pero también saber la potencia de los rivales.
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