El año de Talant

La victoria tiene muchos padres y la derrota muy poquitos. Sin embargo, este año el triunfo en el balonmano masculino tiene un padre muy definido: Talant. El entrenador del Ciudad Real ha despejado las dudas que se podían tener sobre él por su inexperiencia en los banquillos.
Hasta ahora muchos decían que con el equipo que tenía, cualquiera ganaba. Y quizás era cierto, o quizás no. Sin embargo, lo de esta temporada es un triunfo en toda regla. Se van Stefansson, Rutenka, Zorman y Pajovic del equipo manchego, se auguraba una temporada muy complicada con recortes económicos muy serios. Y aparece Talant.
Con la piel de cordero, ante un Barcelona de nuevo talonario florentiniano, pero con un buen bloque de jugadores, el Ciudad Real ha hecho una temporada redonda en liga y Champions. Ganar todos y cada uno de los partidos de una temporada es un éxito verdaderamente difícil de igualar. Es verdad que hay mucha desigualdad entre los grandes y pequeños, pero siempre la ha habido y siempre alguien se equivocaba. Esta vez no. Sin dudas, sin errores. Con trabajo.
La labor de Talant, Raúl y sus jugadores es admirable y yo me quito el sombrero. Mucho han conseguido con la mitad de argumentos de otros. Y eso hay que valorarlo.