jueves, 23 de diciembre de 2010

Café con sal

Acabo de llegar del café navideño de cada año con la gente del San Antonio. Y digo café con sal, porque me ha sabido muy bueno el brindis, pero tiene un punto de sal que lo empaña. Evidentemente, hay muchos motivos para que el cava nos sepa bueno y tan sólo uno para que tenga el sabor de la sal.
A todo lo deportivamente positivo que ya conocemos de sobra en Pamplona, se me ha unido hoy la confirmación de algo que ya se sabía, el fichaje de invierno de San Antonio. Carlos Mangado vuelve a estar trabajando con el club antoniano y eso es un punto de enhorabuena muy grande. Es parte de la historia reciente del club desde su parcela y seguro que su buen hacer se va a notar.
De lo deportivo se ha hablado mucho, pero como comenté el otro día con Juanto y Alvaro en una entrevista-comida que tuvimos en la radio, creo que es justo recordar las responsabilidades de este éxito parcial. Doroteo Vicente, actual presidente, confía en Alvaro Jauregui como director deportivo. Alvaro a su vez, confía en Juanto como entrenador, y entre los dos, como pueden, montan una plantilla que es manejada perfectamente por Juanto y su equipo técnico. Además, los jugadores dan un rendimiento altísimo. Repartidas las "culpas" del éxito.
Y voy con la sal del café. Jon Belaustegi ha ordenado el embargo inmediato de la deuda que tenía el club con él que le han reconocido los tribunales, son nada más que 154.000 euros. Lo que supone un descuadre de cuentas muy gordo para la directiva de Amaya Sport San Antonio. Y ahora voy por partes.
Belaustegi tiene derecho a pedir que se le pague lo que tenía firmado. Sin embargo, llama la atención que, hasta ahora, no haya accedido a que ese pago sea fraccionado. Sabe que si lo pide de golpe, sus hasta hace poco compañeros van a tener problemas de cobro unos cuantos meses. La razón de esta decisión del ex jugador no la sé, pero o le han tratado muy mal en el club (creo que no y me gustaría saberlo de su boca, pero no dice ni mu) o tiene muy mala leche y poco compañerismo.
Más. A Belaustegi le han dado una invalidez absoluta hace poco. O lo que es lo mismo, va a cobrar de la Seguridad Social y de un club para el que no ha trabajado apenas, duro de tragar. Y además, ha exigido el pago del contrato de imagen (que es una buena parte de su sueldo), o sea, de la parte que no tributa como debería. Y eso ya me vuelve a tocar las narices. Publicamente se vuelve a admitir que los jugadores cobran una buena parte de sus contratos sin pagar a Hacienda lo que deberían, y los demás pagando como GILIPOLLAS. ¿Nadie se entera de esto en Hacienda? ¡Que lo cuentan! ¡Que es público! ¡Que lo reclaman en los tribunales!
Para acabar, no me olvido de las responsabilidades de cómo se hizo ese fichaje. Porque a Belaustegi alguien lo fichó. Migueltxo, según nos han contado hoy, tuvo la exigencia de fichar al jugador por orden expresa y directa de Villaldea so pena de la marcha del técnico asturiano. El jugador no tiene representante (al parecer es su padre) y firma un contrato largo y generoso cuando el mundillo del balonmano sabe que no está bien (no comment, buen entendedor...) Mal el anterior entrenador (que se fue de rositas tras dos temporadas que con el tiempo están quedando ridículas), pero mal quien fuera que no le hizo un reconocimiento médico. Se sabía que no estaba bien y nadie hizo nada por guardarse las espaldas.
Fin a la sal, que el año 2011 traiga muchas renovaciones antonianas y algun sponsor.

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