sábado, 23 de enero de 2010

España se lo ha creído

El partido de ayer demuestra que España tiene fe en lo que hace y que el equipo ya se ha creído que los resultados contra Hungría y Chequia no eran casualidad. Ellos lo sabían, pero para el resto del mundo era importante demostrarlo, y lo hicieron en el tramo final del encuentro de ayer.
El final de la primera parte y el inicio de la segunda contra Francia me reafirma en que España tiene que jugar como Valero enseñó ante Chequia, a balonmano. Chema, Iker, los Entrerríos y Gurbindo son los que tienen que rotar la primera línea. Malmagro tiene más calidad que el navarro, pero Eduardo le da más dinamismo ofensivo. La bola corre hasta el extremo, llega al pivote…
Ayer Gurbindo demostró que ya se ha instalado entre los grandes, ahora sólo le falta coger confianza de cara a puerta para ser uno de ellos. El relevo de Garralda, Valero lo ha encontrado en la misma tierra del burladés. Eduardo defiende, y bien, y juega a balonmano. No se le puede pedir más con veintidós años en su debut en una competición de las grandes.
De Francia uno no sabe qué decir. Bueno sí, que ha sacado mucho provecho a los goles de Karabatic y las paradas de Omeyer. Los de Honesta viven de estos dos jugadores y algo de Abaló. Narcisse y Guille están muy bajos y el juego francés lo nota, y mucho. Sin embargo, esta Francia parece la Italia del fútbol, empata con Hungría, gana con suerte a Chequía, empata con España… y se mete en la siguiente fase con los puntos del primer clasificado. Eso sí, ahora no juega demasiado a balonmano, pero cada día que pasa, los que han llegado justos de forma van ir a más.

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